Estudio geológico del Pirineo vasco al W. del río Bidasoa / CAMPOS, J. -- Donostia : Aranzadi Zientzia Elkartea, 1979 - Páginas 003-139 - 1979 - 31 . (Munibe).

En el conjunto de los pirineos vascos se estudia la zona de mayor   curvatura del Arco Vasco (entre el Bidasoa y Zarauz); donde   afloran materiales paleozoicos que forman parte del macizo de   Cinco Villas y Larrun - Aya, y de otros mesozoicos y terciarios   pertenecientes a la cobertura alpina de ellos. El paleozoico de Cinco Villas y Larrun - Aya se presenta al oeste   del Bidasoa muy incompleto, solamente los pisos estratigráficos   más altos se encuentran representados: suponiendo que en el   conjunto pertenecen al carbonífero. La parte inferior está   representada por una formación calcárea (calizas de Aranaz), que   está coronada por una gruesa sucesión muy monótona representada   por la alternancia de esquistos y areniscas esquistosas, con   intercalaciones de calizas y pudingas (Sucesión esquistosa de   Cinco Villas). En la Sucesión esquistosa de Cinco Villas se encuentran rodas   graníticas que desarrollan una aureola de metamorfismo térmico. La cobertura mesozoica - terciaria que recubre en discordancia   los materiales paleozoicos está formada por rocas cuya edad está   comprendida entre el trías inferior y el eoceno inferior. La historia sedimentaria del ciclo alpino se caracteriza, lo   mismo que en el conjunto de la cuenca vasco - cantábrica, por la   sucesión de períodos transgresivos y regresivos. Estos ciclos de   la cuenca se manifiestan de forma particular en la zona NO de   Guipúzcoa, debido a la cercanía de los macizos paleozoicos, que   quedaron probablemente emergidos en diferentes épocas del   mesozoico. Los cambios de facies y espesores, y los hiatos son un   exponente claro de la posición marginal donde se depositaron las   formaciones de nuestra región. Desde un punto de vista tectónico, el rasgo más importante en la   región es la superposición de dos ciclos orogénicos que dejan,   cada uno de ellos su trazo particular en los materiales   deformados. En la orogénesis hercínica, el paleozoico de Cinco Villas fue   sometido a diversas etapas de deformación sucesivas. Es difícil   reconocerlas a gran escala a causa de la monotonía litológica de   las formaciones carboníferas, pero a partir del estudio detallado   de las micro y mesoestructuras se pueden diferenciar dos fases de   deformación principales. La primera fase se representa por   plieges tumbados con el flanco invertido bien desarrollado. En   relación con estos plieges se origina una esquistosidad,   generalmente de flujo, subhorizontal y paralela a la   estratificación de los flancos del pliegue. Los pliegues de esta primera fase hercínica se ven deformados por   otros pliegues pertenecientes a la segunda fase. Su desarrollo es   diferente según la litología de los niveles deformados, S² es una   esquistosidad de crenulación poco penetrante. La inestabilidad tectónica alpina se prolonga a lo largo de un   largo período de tiempo. Algunas fases sólo originaron   movimientos verticales de grandes bloques. El estilo de las estructuras alpinas es diferente en la cobertura   y en el zócalo, de acuerdo con las características mecánicas de   cada una de las etapas tectónicas. La estructura de la cobertura es el resultado de la combinación   de tres tipos de accidentes: diapiros, pliegues (en dos   direcciones N-E y NW-SE) y fallas inversas. Incluso entre las estructuras de un mismo tipo existen   diferencias de estilo; en algunos casos son disarmónicas en el   zócalo, en otros casos la disarmonía no parece ser total y la   cobertura se adapta al sustrato más rígido.


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