A preliminary description of Solutrean occupations in El Mirón cave (Ramales de la Victoria, Cantabria) = Una descripción preliminar de ocupaciones Solutrenses en la cueva del Mirón (Ramales de la Victoria, Cantabria) / Lawrence Guy Straus, Manuel Gonzalez Morales.
By: Straus, Lawrence Guy.
Contributor(s): González Morales, Manuel R.
Material type: Continuing resourceSeries: 60. Munibe Antropologia-Arkeologia.Analytics: Show analyticsPublisher: Donostia : Aranzadi Zientzia Elkartea, 2009Description: Páginas 117-137.Content type: Texto (visual) Media type: electrónico ISSN: 1132-2217.Other title: Una descripción preliminar de ocupaciones Solutrenses en la cueva del Mirón (Ramales de la Victoria, Cantabria).Subject(s): Cordillera Cantábrica | Cueva del Mirón | Solutrense | Ultimo Máximo glacialOnline resources: Click here to access online Summary: A 2m2 sondage excavated by us opportunistically from the base of a treasure-hunters' crater at the rear of the vestibule in El Mirón Cave, has revealed a sequence of Solutrean (as well as Early Upper Paleolithic and late Middle Paleolithic) levels that underlie the long, complete sequence og Magdalenian and Azilian layers in this major site, located in the upper Asón valley of the Cantabrian Cordillera. Far poorer in artifacts and fauna, and lacking obvious features, in stark contrast to the dark brown, culturally and organically rich Initial, Lower and Middle Magdalenian levels, the eight thin, relatively poor, and lighter-sediment Solutrean-age levels or lenses are suggestive of very different kinds and intensities of human uses of this large, strategic and versatile cave during Last Glacial Maximum times than those of the Late Glacial. Dated by 14C to between 18 and 19 (and by extrapolation downward, possibly, 20) kya, these levels were formed quickly, banked up as they are against an ancient, steep, erosional, colluvial-alluvial slope. They seem to attest to short, repeated, specialized human visits to the cave at a time of severe environmental conditions-especially in this upland interior setting. These visits may have been made by small, specialized human groups (e.g., hunting parties) exploiting specific resources (e.g., ibex, red deer, salmon and other fish), perharps seasonally (summer?), from residencial base camps along the Cantabrian coast. This is suggested by the fact that the relatively small lithic artifact assemblages contain disproportionatety large numbers of Solutrean points. Almost all of these (and the few antler points) are broken (indicating that they had been used violently) and the points as a group include a wide variety of forms and flint types (and colors), suggesting that the people who were using El Mirón came from and/or traded with a number of different parts of the Vasco-Cantabrian region. Curiously, for a putative hunting/fishing camp, the Solutrean levels also yielded surprisingly large numbers of artificially or naturally perforated shells and bored red deer canines, suggestive of personal ornamentation and possibly caching or even human burial at the site. Larger exposures of the Solutrean occupation surfaces are needed to test these ideas. RESUMEN Un sondeo de 2m2 excavado por nosotros aprovechando la base de un pozo hecho hace tiempo por buscadores de tesoros, al fondo del vestíbulo de la Cueva del Mirón, ha revelado una secuencia de niveles solutrenses (y del Paleolitico superior inicial y Musteriense final) que yacen por debajo de una larga y completa secuencia de estratos magdalenienses y azilienses en este yacimiento mayor, ubicado en el valle alto del Asón de la Cordillera Cantábrica. Mucho más pobres en artefactos y fauna y sin estructuras humanas obvias, en marcado contraste con los niveles de color pardo oscuro y culturalmente y orgánicamente ricos del Magdaleniense Inicial, Inferior y Medio, los ocho niveles o lentejones delgados y relativamente pobres y de colores más claros de la época solutrense sugieren unos tipos e intensidades de empleo humano de esta cueva tan estratégica y versátil muy diferentes durante el Último Máximo Glacial respecto al Tardiglacial. Datados por fechas de C14 entre unos 18 y 19 (o 20) miles de años BP, estos niveles se formaron rápidamente, puesto que están amontonados sobre la rama erosionada de un depósito coluvial-aluvial muy antiguo. Parecen atestiguar la existencia de unas visitas humanas especializadas a la cueva durante un periodo de condiciones ambientales rigorosas-especialmente en esta zona montañosa del interior cantábrico. Estas visitas podrían haber sido de pequeños grupos humanos (p.ej., expediciones de caza) que explotaban recursos específicos (p.ej., cabra montés, ciervo, salmones, otros peces), tal vez de manera estacional (probablemente veraniega), y con sus bases en yacimientos residenciales a lo largo de la costa cantábrica. Esta hipótesis está sugerida por el hecho de que los relativamente pequeños conjuntos líticos contienen unas cantidades desproporcionadamente grandes de puntas solutrenses. Casi todas estas (y las pocas azagayas de asta) están rotas (evidencia de unos empleos violentos) y las puntas en conjunto incluyen una gran variedad de formas y de tipos (y colores) de sílex, lo cual sugiere que las gentes que emplearon El Miron venían de o intercambiaban con diversas áreas de la región vasco-cantábrica. Curiosamente para un campamento de caza y de pesca, los niveles solutrenses también nos entregaron unas cantidades sorprendentemente grandes de conchas perforadas (artificial- o naturalmente) y de caninos de ciervo perforados, lo cual sugiere el adorno personal o incluso el enterramiento humano (hipotético) en el yacimeinto. Haría falta excavar unas áreas más amplias de las superficies de ocupación humana para poder probar estas ideas.Item type | Current location | Call number | Vol info | URL | Status | Date due |
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Munibe | Munibe | Páginas 117-137 | http://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/2009117137AA.pdf | Not for loan |
A 2m2 sondage excavated by us opportunistically from the base of a treasure-hunters' crater at the rear of the vestibule in El Mirón Cave, has revealed a sequence of Solutrean (as well as Early Upper Paleolithic and late Middle Paleolithic) levels that underlie the long, complete sequence og Magdalenian and Azilian layers in this major site, located in the upper Asón valley of the Cantabrian Cordillera. Far poorer in artifacts and fauna, and lacking obvious features, in stark contrast to the dark brown, culturally and organically rich Initial, Lower and Middle Magdalenian levels, the eight thin, relatively poor, and lighter-sediment Solutrean-age levels or lenses are suggestive of very different kinds and intensities of human uses of this large, strategic and versatile cave during Last Glacial Maximum times than those of the Late Glacial. Dated by 14C to between 18 and 19 (and by extrapolation downward, possibly, 20) kya, these levels were formed quickly, banked up as they are against an ancient, steep, erosional, colluvial-alluvial slope. They seem to attest to short, repeated, specialized human visits to the cave at a time of severe environmental conditions-especially in this upland interior setting. These visits may have been made by small, specialized human groups (e.g., hunting parties) exploiting specific resources (e.g., ibex, red deer, salmon and other fish), perharps seasonally (summer?), from residencial base camps along the Cantabrian coast. This is suggested by the fact that the relatively small lithic artifact assemblages contain disproportionatety large numbers of Solutrean points. Almost all of these (and the few antler points) are broken (indicating that they had been used violently) and the points as a group include a wide variety of forms and flint types (and colors), suggesting that the people who were using El Mirón came from and/or traded with a number of different parts of the Vasco-Cantabrian region. Curiously, for a putative hunting/fishing camp, the Solutrean levels also yielded surprisingly large numbers of artificially or naturally perforated shells and bored red deer canines, suggestive of personal ornamentation and possibly caching or even human burial at the site. Larger exposures of the Solutrean occupation surfaces are needed to test these ideas. RESUMEN Un sondeo de 2m2 excavado por nosotros aprovechando la base de un pozo hecho hace tiempo por buscadores de tesoros, al fondo del vestíbulo de la Cueva del Mirón, ha revelado una secuencia de niveles solutrenses (y del Paleolitico superior inicial y Musteriense final) que yacen por debajo de una larga y completa secuencia de estratos magdalenienses y azilienses en este yacimiento mayor, ubicado en el valle alto del Asón de la Cordillera Cantábrica. Mucho más pobres en artefactos y fauna y sin estructuras humanas obvias, en marcado contraste con los niveles de color pardo oscuro y culturalmente y orgánicamente ricos del Magdaleniense Inicial, Inferior y Medio, los ocho niveles o lentejones delgados y relativamente pobres y de colores más claros de la época solutrense sugieren unos tipos e intensidades de empleo humano de esta cueva tan estratégica y versátil muy diferentes durante el Último Máximo Glacial respecto al Tardiglacial. Datados por fechas de C14 entre unos 18 y 19 (o 20) miles de años BP, estos niveles se formaron rápidamente, puesto que están amontonados sobre la rama erosionada de un depósito coluvial-aluvial muy antiguo. Parecen atestiguar la existencia de unas visitas humanas especializadas a la cueva durante un periodo de condiciones ambientales rigorosas-especialmente en esta zona montañosa del interior cantábrico. Estas visitas podrían haber sido de pequeños grupos humanos (p.ej., expediciones de caza) que explotaban recursos específicos (p.ej., cabra montés, ciervo, salmones, otros peces), tal vez de manera estacional (probablemente veraniega), y con sus bases en yacimientos residenciales a lo largo de la costa cantábrica. Esta hipótesis está sugerida por el hecho de que los relativamente pequeños conjuntos líticos contienen unas cantidades desproporcionadamente grandes de puntas solutrenses. Casi todas estas (y las pocas azagayas de asta) están rotas (evidencia de unos empleos violentos) y las puntas en conjunto incluyen una gran variedad de formas y de tipos (y colores) de sílex, lo cual sugiere que las gentes que emplearon El Miron venían de o intercambiaban con diversas áreas de la región vasco-cantábrica. Curiosamente para un campamento de caza y de pesca, los niveles solutrenses también nos entregaron unas cantidades sorprendentemente grandes de conchas perforadas (artificial- o naturalmente) y de caninos de ciervo perforados, lo cual sugiere el adorno personal o incluso el enterramiento humano (hipotético) en el yacimeinto. Haría falta excavar unas áreas más amplias de las superficies de ocupación humana para poder probar estas ideas.
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